2/4/08

Aprendì!

Cuando se habla de ideología, aprendí a callar.
Porque también aprendì, que la mayoría de las personas no piensan como yo.
Antes peleaba por darle mayor valor a mi discurso, apelando a un alto capital simbólico dentro del campo en que me movía. Ahora, aprendí a callar.
Porque, son pocos los que comprenden ese mensaje.
Porque me siento fuera de lo que rige la sociedad, o al menos pretendo estarlo.
Porque explicar el sentido social y humanista parece ser dificil de razonar, ante el ser individual.
Aprendí a callar los deseos utópicos que me vienen de no se donde. Desde mis entrañas latinas con esa mezcla desendiente de la europa hispana, debe ser.
Aprendí a callar y no mostrarme apasionada cuando me siento identificada con algún poeta loco de los años 70.
Si, señores!. Aprendí a callar.
Aprendí a callar, pero conocí aquel lugar en donde América es todavía revolucionaria.
Aprendí a callar, pero sali a golpear mis cacerolas cuando el pueblo se levanto en el 2001.
Aprendí a callar, pero profesé mi más sentido de protesta y recuerdo activo en cada marcha del 24 de marzo.
Aprendí a callar, pero festejé en diciembre del 2006 el fin de la existencia de uno de los personajes más nefastos de la historia Chilena.
Aprendí a callar, pero quiero recorrer cada uno de los pueblos. Quiero, no perder la cordura sobre el resultado que provoca este estilo social en cada rincòn de América Latina.
Y aunque me cueste verlo, no les puedo negar, en este tiempo aprendì a callar.

No hay comentarios: